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Logística tradicional y e-logística: ¿cuáles son sus diferencias?

La logística e-commerce hace referencia a los cambios que se han producido a raíz de los cambios en el modelo de consumo. 

Y es que el número de clientes que compran por internet aumenta sin parar. Según un estudio de la consultora Mckinsey, las ventas por canal digital aumentaron en un 160% entre 2014 y 2019, una tendencia que se ha acelerado todavía más con la pandemia. 

Esta expansión ha cambiado por completo la logística y los almacenes. 

Para entender el reto logístico que supone el canal online para los comercios, empecemos analizando las diferencias entre la logística tradicional y la logística e-commerce.

Logística tradicional y e-logística: ¿cuáles son sus diferencias? 

  • En el tipo de pedido o envío: en la logística tradicional encontramos cargas completas, mientras que, en la logística e-commerce, predominan los paquetes y las cargas de pequeño tamaño. Es frecuente que, a diario, se tengan que preparar multitud de pedidos que, con frecuencia, incluyen varios artículos y que deben entregarse al cliente en el menor tiempo posible.
  • En el tipo de cliente: mientras que la logística tradicional trabaja con un tipo de cliente más conocido y fidelizado, el comercio e-commerce cuenta con clientes normalmente desconocidos, variables y poco fidelizados. 
  • En el flujo de mercancías: en la logística tradicional, se podía contar con un flujo regular, previsible y claro. La e-logística, por su parte, trabaja con un flujo de mercancías irregular, difícil de predecir y de naturaleza compleja.
  • En el destino: el destino de la logística tradicional suele ser, sobre todo, empresas o tiendas físicas. En la logística e-commerce, el destino suelen ser particulares, aunque existan también modelos de e-commerce B2B.
  • En la demanda: la logística tradicional cuenta con una demanda más estable que la logística e-commerce, mucho más sujeta a fluctuaciones que la convierten en un factor difícil de predecir. Además, las ventas online suelen ser muy estacionales, con picos de demanda que se concentran en épocas del año específicas, como el Black Friday, la Navidad o las rebajas.

Estas diferencias nos pueden ayudar a entender por qué la gestión de un almacén en un e-commerce será una pieza clave para mantener la competitividad de tu negocio online.

Como ves, será necesario contar con un fulfillment ágil que permita que el proceso desde la compra de un cliente sea lo más ágil posible: tanto el almacenaje de productos y la preparación de pedidos como el embalaje y la distribución de la mercancía.

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